jueves, 3 de noviembre de 2011

Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras
pero además le he visto serio, ser el mismo
y en serio, que eso no se puede escribir en un poema.
por eso, eso que me cuentas de que mírale cómo bebe las cervezas y cómo se revuelve sobre las baldosas
todo eso de que el puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...
Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que el aparezca de golpe y de frente para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas. No sabes lo que es despertarte y que se retuerza y bostece, luego te abrace, y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo. Así que supondrás que yo soy la primera que entiende, el que pierdas la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras y los ovarios por un minimo roce de mejilla, que conozco su voz en formato susurro y formato gemido y en formato secreto, que me sé sus cicatrices y el sitio que le tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, que no solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna.
No me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.
que razones tenemos todos, pero yo muchas más que vosotros.

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